Billy Strayhorn y Duke Ellington en 1943. Foto Dave Dexter, Jr.
Después de unas semanas de descanso, continuamos con el repaso de los 250 temas “imprescindibles” para una Jazz Session. En esta ocasión se trata de una composición de Billy Strayhorn denominada Chelsea Bridge.
Se trata de una balada que tiene un especial atractivo, tanto parapianistas como parasaxofonistas y que surge de una perezosa frase atresillada que desde el principio te atrapa la atención, para luego desarrollarse lánguidamente invitando al intérprete a ir por detrás del compás, como si el tiempo se desvaneciera y desdibujara en una voluta de humo.
Aunque Duke Ellington, estrenara la canción en 1941, pasó prácticamente desapercibida hasta que llegó el saxofonista tenor Ben Webster y con su estilo inconfundible, que tan bien se acopla a Chelsea Bridge, la convirtiera en un clásico imprescindible en su repertorio.
Otros músicos influyentes han citado esta composición entre sus grandes influencias. El mismo Gil Evans declaró: “En cuanto oí Chelsea Bridge, me propuse hacer lo mismo. Es lo único que hacía; lo único que hice en mi vida: tratar de lograr lo que había hecho Billy Strayhorn”. Si un monstruo como él lo dice, algo tendrá éste tema.
Como siempre, para empezar, vamos con el original de Billy Strayhorn extraído de su álbum The Peaceful Side of Billy Strayhorn.
En vez de subir la archiconocida versión Ben Webster, me he permitido traer en su sustitución, esta otra realizada por el saxofonista David Murray con el pianista George Arvanitas. Tengo especial gusto por el sonido de Murray, además las imágenes que acompañan al vídeo, son un catálogo de atmósferas y sensaciones que puede transmitir la muy descriptiva Chelsea Bridge.
Y para terminar, una versión diferente, la que realiza el saxo tenor Joe Henderson acompañado de su Big Band, incluida en el estupendo disco “Big Band” (1996).
pues sí, me quedo con el sonido de Murray y las imágenes del vídeo.
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No se sabe donde acaba Duke y empieza Billy, y viceversa. El tema, una baladita muy sugerente para cenas íntimas y noches intensas. Efectivamente el Sr. Murray, al que no conocía de nada, gracias Luislo por presentármelo, es tremendo, tremendo.
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Al señor Murray hay que conocerle, para mi es uno de los saxos tenores actuales con más personalidad y si pasamos a su faceta con el clarinete bajo, es quizá el más fiel seguidor del estilo Eric Dolphy en ese instrumento. ¡Casi ná!
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Mira que me “jarta” a mi el dicho saxofón, pero éste se puede oír. jejejeje.
Estoy intentando ponerme al día. Llevo unos meses de retraso. jeeje
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Si es que con tanta fiestorra, no te me aplicas ná de ná :)
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